martes, 17 de mayo de 2016

CONSTITUYENTES DEL PREDICADO


JUGUEMOS A LA SINTAXIS

Desde hace años vengo ingeniándomelas para convertir la sintaxis en un juego. Siempre digo a mis alumnos que analizar oraciones, ya sean simples o complejas, es como jugar al parchís o hacer sudokus. Al principio me miraban mal, como si me hubiera vuelto loca y pretendiera venderles una lavadora en mal estado. Afortunadamente, poco a poco (hasta los más incrédulos), se han ido uniendo a la causa y empiezan a creer que analizar es cuestión de lógica, de cumplir y seguir a rajatabla una serie de reglas y de pensar.

En la primera clase les digo que analizar oraciones es como ir a ver un partido de fútbol. He notado con esa idea que muchos se tensan en la silla esperando a ver qué similitud puede haber entre algo tan terrible como la sintaxis y algo tan grandioso como el espectáculo del fútbol. Todo es más simple de lo que parece, les digo. En sintaxis el verbo es como el árbitro en un partido de fútbol. El árbitro pita el principio y el final del partido, los fuera de juegos de los jugadores y hasta las faltas. El verbo cumple la misma función en una oración, es el núcleo del predicado y quien mueve los hilos para que cada uno de los elementos tengan sentido y  cumplan su función. Continúo explicándoles que en un partido de fútbol siempre hay dos equipos (pongamos como ejemplo un encuentro entre Barça-Madrid, que siempre da vidilla). En las oraciones también tenemos dos equipos: el Sujeto y el Predicado. En una ocasión uno de esos alumnos curiosos preguntó que qué sucedía cuando teníamos una oración impersonal. "Muy simple", le dije, "Que no hay partido, lo que tenemos es un entrenamiento entre los jugadores de un mismo equipo". Añadí, en el fútbol, cada equipo cuenta con once jugadores; en las oraciones, contamos únicamente con cuatro que equivalen a los tipos de sintagmas. Si en el fútbol cada jugador tiene una función (delantero, defensa, portero...); en una oración sucede exactamente lo mismo. Todos los jugadores, es decir, todos los sintagmas que aparecen en una oración tienen su propia función. Y es aquí donde llegamos a los constituyentes del predicado: cada uno de los sintagmas de la oración tendrán la obligación de cumplir con su función ya sea de CD, CI, CC, Atributo, Adyacente, CPvo, CR o CAg.

Este método surgió espontáneamente, lo reconozco. Pero a mí particularmente me ha funcionado siempre y he conseguido por lo menos llamar la atención de los alumnos y hacerles comprender que en la sintaxis, como en todo, lo que tenemos que hacer es pensar mientras jugamos.

Para ilustrar las reglas del juego, solía dibujar en la pizarra una especie de vecindario con distintas habitaciones en las que convivían un total de ocho inquilinos: los constituyentes del predicado. Las reglas del juego son fáciles, solo hay que seguir las indicaciones de cada una de las casillas para saber qué función tiene cada uno de los sintagmas que analicemos. Con las nuevas tecnologías, la casita de tiza ha quedado desfasada por lo que he decidido convertirla en un edificio genially.

Espero que este método pueda servir para hacer que la sintaxis resulte más atractiva tanto para los profesores que la explican como para los alumnos que la padecen.


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